Ave muy voluminosa y pesada con la cabeza ancha y aplastada, y el cuello, grises. Tiene el vientre blanco y la parte superior parda con un barrado transversal en el dorso y en las alas, las cuales tienen una ancha tira blanca que destaca en vuelo y que contrasta con las rémiges negras. Las hembras son de menor tamaño y con tonos más apagados. En periodo reproductor el macho desarrolla unas plumas rígidas y apuntadas llamadas “barbones”.
Se alimentan de gramíneas, hojas, granos de cereal, hortalizas, leguminosas, plantas y flores, sobre todo margaritas y Dientes de León.
La reproducción de las avutardas se basa en leks, zonas abiertas donde los machos agrupan a las hembras y realizan el cortejo, llamado “rueda”, para aparearse. Esto ocurre de mediados de marzo a principios de abril. La crianza es exclusiva de la hembra. Es ella también la que realiza una excavación en el suelo al abrigo de un herbazal, donde pone de 2 a 3 huevos oliváceos con manchas marrones oscuras. La incubación se prolonga de 25 a 28 días. Los pollos son capaces de andar al poco de nacer, desplazándose y alimentándose por si mismos pero sin abandonar a la madre. Los machos abandonan el nido antes, mientras que las hembras no lo hacen hasta el siguiente periodo reproductivo.
Prefiere espacios abiertos, como estepas de cereal de secano, parcelas en barbecho o pastizales.
Madrid cuenta con una población de 1.300 ejemplares aproximadamente, según los datos de 2004, que supone un 5% de la población española, distribuidos en 15 grupos reproductivos o “leks”, situados en las estepas cerealísticas del este y sur de la región, principalmente en la ZEPA Jarama-Henares, aunque también se localizan en las ZEPAS “Cortados y cantiles de los ríos Jarama y Manzanares”, “Carrizales y sotos de Aranjuez” y en otros municipios como Torrejón de Velasco, campo real, Pozuelo del Rey, Valdilecha, Brea del Tajo y Estremera.